Redacción de ‘El Papelerito’
El 24 de septiembre, entre cámaras, declaraciones optimistas y promesas de eficiencia, el alcalde Salvador Calderón dio el banderazo de arranque a la pavimentación con concreto hidráulico de la calle Segunda del Rayo.
Aseguró entonces que la obra estaría lista en dos semanas y que las afectaciones a vecinos y comerciantes serían “mínimas”. Han pasado casi siete semanas desde aquel anuncio, y la calle sigue sin concluirse.
En el lugar —donde operan una pequeña estación de autobuses, un restaurante y una tienda de ropa— las ventas han caído drásticamente. Lo que iba a ser una mejora en la movilidad y la infraestructura se convirtió en un obstáculo constante: polvo, escombros y maquinaria inmóvil son ahora el paisaje diario.
La obra, que implicó una inversión superior a 4.7 millones de pesos, fue presentada como un ejemplo del trabajo conjunto entre el municipio y el Gobierno del Estado.
Calderón habló entonces de “seguir transformando Parral en una ciudad más sustentable y funcional”, pero la realidad en la Segunda del Rayo contradice por completo ese discurso.
A casi dos meses del banderazo, la vialidad sigue cerrada, el tránsito es caótico en la zona y los comerciantes afirman que nadie les informa cuándo terminarán los trabajos. “Prometieron dos semanas. Ya vamos para dos meses y aquí seguimos, con las ventas por el suelo”, comentó uno de los afectados.
La pavimentación con concreto hidráulico, que incluía instalación de redes de agua y drenaje, se suma así a la lista de obras inconclusas o retrasadas que han marcado la administración de Calderón, donde los anuncios rimbombantes suelen llegar mucho antes que los resultados.
Mientras tanto, los vecinos solo esperan que esta vez el alcalde cumpla —aunque sea tarde— la promesa de entregar una calle terminada y no otro ejemplo de obra lenta, improvisada y sin rumbo.



