Pedro Villalobos ha dejado muy en claro que su incursión a la campaña de Salvador Calderón no significa – al menos no por ahora – su regreso a las filas del Revolucionario Institucional, y que su activismo político ha sido, durante los últimos años, sin partido, no independiente, que no es lo mismo.
Y por si no ha quedado clara su participación en el proceso electoral actual, el exdiputado ofrecerá un desayuno el próximo domingo para abrirse de capa a favor del candidato prianista a la Presidencia Municipal, no así por los demás que complementan la fórmula, lo que no significa que se encuentre peleado con ellos, pero tampoco que haga equipo. Suena complicado, pero es más sencillo de entender de lo que parece.
El capital político de Pedro, que ha sido desdeñado por el PRI, a pesar de que les ha demostrado una y otra vez que es más de lo que el propio partido tiene, y que les ha desfondado no una, sino varias veces los proyectos, ha sido puesto a disposición del Inge Calderón con una entrega que ya quisieran los demás. Y es que, a decir verdad y sin falsos aplausos, los seguidores de Villalobos le entran en serio a donde él les diga y se meten en el alma a su líder moral. No son exageraciones, está visto y comprobado.
El Dr. Pintor, por ejemplo, casi beatifica a Chava en sus mensajes – como lo hizo con Otto hace apenas unos meses – y la licenciada Villanueva ya le organizó una reunión en su propia casa con mujeres al hoy candidato a la alcaldía de la alianza Fuerza y Corazón Por México. No se sienten incómodos, ya trabajaron para la campaña del PES que le acarreó cinco o seis mil votos a Calderón, los mismos que habrían hecho ganar holgadamente a Miguel Jurado.
Pero el tema, más que la efectividad de la operación política de Pedro Villalobos, es que ha sido enfático en que él va con Salvador ¡y nada más! Su estructura no pedirá el voto, por ejemplo, para Memo Ramírez, aunque nos enteramos que la que sí buscó a Peter es Dalila, aunque no nos dieron detalles sobre qué platicaron ni a qué acuerdo llegaron, si es que lograron alguno. Y es que, mención aparte, la candidata a síndica anda sola, así que todo lo que abone a su campaña, es bienvenido, porque con todo y la amplia ventaja que lleva sobre Héctor Díaz, la regidora con licencia no se confía.
Con Noel Chávez no hay distanciamiento, pero tampoco se ha metido en su campaña, ni para bien ni para mal. Pero el que definitivamente no logra aglutinar a las diferentes corrientes a su favor es el candidato a diputado local por el Distrito 21, y cegado por la soberbia, Memo tampoco se esfuerza por buscar acercamientos con los que son disidentes a su proyecto, menos porque ha dejado muchos agraviados en el camino. Y hablamos por igual de priistas que de panistas.
Contrario a la inteligencia que demostró desde el año pasado Chávez Velázquez, quien personalmente gastó saldo, gasolina y suela para reunirse con todo aquel que estaba en la banca, o distante con el partido, o incluso con él. No sabemos si logró congeniar con todos, pero está claro que el objetivo se cumplió, por algo hasta morenistas y emecistas le apoyan.
Será, pues, interesante lo que tenga que decir Pedro Villalobos el domingo sobre su actuar en este proceso electoral, porque una cosa es segura, el que ponga a disposición de Chava su estructura territorial, es porque buscará mantenerse vigente y no quitará el dedo del renglón para volver a aparecer en las boletas, aspiración que le ha sido frustrada desde aquel 2012 cuando llegó a al Congreso del Estado y se convirtió en presidente de aquella lejana legislatura local.