“Un día 28 de enero, como me hiere esa fecha, A don Lamberto Quintero, Lo seguía una camioneta, iban con rumbo al Salado, nomás a dar una vuelta”… así inicia el famosos corrido de Lamberto Quintero Payán, quien nació en la sierra de Badiraguato y era tío del narcotraficante Rafael Caro Quintero ‘El narco de narcos’.
A Lamberto se le recuerda cada 28 de enero gracias al corrido, interpretado por Antonio Aguilar, quien también llevó al cine su historia, en los años ochenta.
De acuerdo a la historia que dio pie al famoso corrido, Lamberto Quintero y su primo Pedro Páez Soto, tuvieron rivalidades con la familia Otañez Lafarga, otro poderoso clan de Sinaloa, que descendían de caciques del municipio de San Ignacio.
A raíz de dichas diferencias en poco más de un año, la familia Lafarga fue prácticamente exterminada, mientras que varios miembros del clan Quintero también murieron.
Se dice que a finales de 1975, miembros de la familia Quintero vieron a Ramón Otañez Lafarga hablar con un oficial de la policía judicial en una calle de Culiacán.
Los Quintero fueron asesinados en el sitio, ya que aseguran, los habían estado espiando. Ramón Otañez, tras ser atacado se defendió y mató a Macario Payan, un asociado de los Quintero.
Pedro Páez fue culpado por el presunto asesinato, quién en el año de 1975 fue asesinado en el aeropuerto de Culiacán, Sinaloa.
La muerte de Lamberto Quintero se presenció un 28 de enero de 1976 en el Salado, Sinaloa, tras una balacera en la que también falleció “El Chito” Lafarga.
Las familias Quintero y Lafarga tuvieron ciertos conflictos por el trafico de drogas en Sinaloa. El mismo día después de recibir por la espalda ráfagas de metralletas, fue trasladado a la Clínica Santa Maria que se encuentra en el centro de Culiacán, donde no resistió y murió.
El corrido que se volvió famoso, interpretado por Antonio Aguilar dice que Lamberto Quintero falleció cuando estaba platicando con su novia, pero lo que realmente ocurrió fue contado precisamente por su amada.
¿CÓMO MURIÓ REALMENTE LAMBERTO QUINTERO?
Glader Margarita Tapia Zazueta, quien fuera la amada de Lamberto, cuenta lo que ocurrió el día 28 de enero de 1976, el día en que asesinaron a Lamberto con lujo de detalle, ‘Ese día Lamberto entró y me saludó’.
“Cuando el venía de Culiacán, se encuentra a un enemigo, y lo mata en su camioneta al muchacho y se viene él para acá y entra a la casa y me saluda. Sale de la casa y se sienta en la cabina de su camioneta, en la parte de atrás. Luego vinieron unas personas a decirle que por favor se retirara de aquí, que no hiciera más matazones aquí porque ya había matado a otra persona en ‘El Carrizal’”.
“Entonces él les responde que no se va, porque el le juró a mi madre que él se iba a morir aquí en este restaurante”
La mujer contó también como conoció a Lamberto, ya que el nació en Culiacán y ella nació en ‘El Salado’, “Él tenía un rancho que se llamaba ‘El Varal’, venía a ordenar lonches para sus trabajadores, por eso fue que yo lo conocí”.
“El siempre me decía, me gustas, te quiero pero no vas a ser para otro hombre más que para mí, pero yo le tenía miedo, pues yo no sabía su trabajo”
“El venía todos los días, y le decía a mi mamá, Mamá Chulita, yo me quiero morir aquí en tu casa, en el restaurante, yo no me voy para otra parte”
También dijo que Lamberto era muy celoso, pues si veía a otros hombres acercarse a Margarita los corría del restaurante.
Margarita nos dice que la letra del corrido hace alusión a que ella estaba platicando con Lamberto cuando ocurrió la balacera, pero ella no encontraba con él sino que estaba al interior del restaurante trabajando.
“Yo cuando lo balacearon, vengo de adentro, él estaba con sus tíos, yo salí y al ver a Lamberto tratando de cubrirse en un pilar me desmayé, creían que también me habían disparado”.
“El decía que cuando lo mataran no iba a perder el sombrero (ya que estaba calvo) y así fue, no perdió el sombrero al caer al piso”, contó la mujer.
La cripta de cristal donde descansa Lamberto Quintero se encuentra en el panteón Jardines del Humaya, en Culiacán, Sinaloa.
CORRIDO A LAMBERTO QUINTERO
Un día 28 de enero
Como me hiere esa fecha
A don Lamberto Quintero
Lo seguía una camioneta
Iban con rumbo al Salado
No más a dar una vuelta.
Pasaron el Carrizal
Iban tomando cerveza
Su compañero le dijo
Nos sigue una camioneta
Lamberto sonriendo dijo
Pa’ que son las metralletas.
Ya cerquita del Salado
Rugieron dos R-15
Ahí dejaron a un muerto
Enemigo de Lamberto
Quisieran que fuera cuento
Pero señores es cierto.
Un hombre fuera de serie
Alegre y enamorado
Platicando con su novia
El estaba descuidado
Cuando unas balas certeras
La vida le arrebataron.
Clínica Santa María
Tú vas a ser mi testigo
Dos días después de su muerte
Vuelven a sonar los tiros
Ahí quedaron diez hombres
Por esos mismos motivos.
Puente que va a Tierra Blanca
Tú que lo viste pasar
Recuérdales que a Lamberto
Nunca se podrá olvidar
Yo por mi parte aseguro
Que hace falta en Culiacán.